
Una voz al otro lado
Despierta añoranzas vivas
Enciende hogueras que se mantienen tacitas
En la piel, en el recuerdo, en cada papila
Donde permanecen impregnadas
como pócima de sublime pasión
Tu voz desencadena una borrasca
Que arrecia como tormenta
removiendo la tierra en un deslave de sensaciones
Abriendo camino entre la permeabilidad que aflora
Extendiéndose como delta al encuentro del mar.
Estremecer ante el ondular de tu voz
Atarme a la tierra que piso, para no levitar como el humo
De un incienso de almizcle, luz tenue, aderezada de una melodía
De ángel y esencia vulnerable, Buddha.bar.