30 de diciembre de 2010

Happy New Year's Day 2011



Ha comenzado la cuenta regresiva. En breve le estaremos diciendo adiós a otro año. Un año que ha estado signado por acontecimientos trágicos y que parece querer ser duro hasta el fin. Esta noche, cuando comiencen a sonar las campanadas, detengámonos a pensar por un instante en lo que esperamos para el ciclo que vendrá.

Ciclo tras ciclo en los últimos minutos y por cada uva masticada apresuradamente, nos formularemos una lista de objetivos y buenos propósitos. Nuevamente intentaremos cumplir con algunos anhelos postergados, cambiar aspectos de nuestra vida que necesitan renovarse desde hace tiempo. Entre las burbujas del cava veremos brillar nuestras ilusiones.

Pero quizás la partida de este año nos ayude a reflexionar sobre nuestros deseos. Puede que al echar un vistazo a los meses que estamos dejando atrás, nuestro corazón sepa apreciar las cosas que importan y nuestras peticiones no se centren en cuestiones materiales.

Esas cosas sencillas que solemos olvidar y que nos dejan mejor sabor que el caviar: encontrarnos con aquellas personas que hemos distanciado con buenos amigos que no vemos desde hace tiempo, escuchar con cariño y atención nuestros padres o abuelos, no esperemos sus ausencias para saber cuanto tiempo perdimos; estar más cerca de nuestros hijos, saludar a esa persona que solemos ignorar, recordar a nuestros cónyuges cuánto los amamos, tomarle el gusto a estar vivos. Y luchar por aquella promesa que en un momento fue nuestro sueño inmediato.

Abrir la puerta a alguien que ciertamente sienta la soledad será un dulce que substituye cualquier otro requintado postre, no dejes para después esa llamada que pretendías hacer, pero que puede esperar. Abracemos la esperanza de que el estreno de un nuevo ciclo nos ofrezca días hermosos. Feliz Año para todos

29 de diciembre de 2010

Suspiro deseado....


Se que en el silencio de la noche
Esa luna de plata brilla austera
en lo más alto del infinito
Donde la vista alcanza comprender sus formas
Donde mis manos jamás podrán
rozar el leve e sutil de sus preludio.
Viento que mueve mi cabellera,
horizonte que perfila
el principio de algo que no conoce de final.
Me escurro entre tus silencios y tus manos,
Como el hielo que aún va quedando resistente,
A un sol que esplendente
desea mirar de reojo la belleza de su amada.
Tiempo preciso, inocuo, latente, con atributo de frío.
Cristales que forman espejos
que intactos mantiene cual lagrimas.
Cada gota de rocío,
huellas de pisadas de quien aun así sigue camino,
Tiempo y silencio,
palpitar templado de un cuerpo que aún arde de deseo.
De en hurgadas a tientas,
persiste en sentir tu pecho desnudo
bajo el leve toque de mis dedos.
La noche vive aún más en invierno,
la luna se muestra altiva al ojo humano,
ambas sabemos del silente encanto que nos retroalimenta
basta un leve suspiro deseado
para arrancarnos la fiera hecha encanto, mujer y seductora.

26 de diciembre de 2010

Exhalo de Luna.


Luna que emerges en ese andar que seduce
Bruma de estrellas que en tu cielo titilan como el latir de un corazón enamorado
Iluminando las noches oscuras, haciendo luminosa
La nieve tornándola manto en el cual tu amor se hace presente
Exhalando en el viento tu suave aroma inebriante .

Tomo de ti mi jardín de anochecer, el aroma de los almendros en flor
La pureza del lirio a mis pies, la sencillez de las margaritas
Lo cristalino del manto blanco de nieve
De mi gemir, el placer en tus manos como gemas preciosas
Desgranando deseos silentes que hierven bajo una piel calma e indiferente

Luna que alumbra noches tristes de soledad
Encantas como poción mágica apresando el deseo
De robar de tu ovoide las estrellas que en tu seno titilan
Para ponerlas sobre el lecho blanco, junto a este deseo inmenso
de ser una en tu cuerpo, arrancándonos gemido en coetáneo

Como jardín en primavera
Vestida de cielo azul
Leves gotas que aún descienden lentamente
Por entre las ramas desnudas con brotes de vida
Ante las caricias de un sol
Que brilla radiante dejando atrás el gris invierno
Así vestida de pétalos que se abren
Engalanando el vivir
Mi cuerpo se ofrenda al roce de tus manos
Seducida con la ternura y el deseo silente
Adentrada en madrugadas, deseos despiertos
En una danza de labios que juegan
Murmurando sentimientos
Mitigando la sed que ambos profesamos
Como teclas de piano, nuestros dedos rozan apenas
La piel desnuda y arrancando de ella las notas
Que en gemidos brotan melodías de placer
Dedillo armonioso en tu piel mi roce de amor.

17 de diciembre de 2010

Canto de Luna

Letras evocadoras del mas sublime sonido a los oidos de quien es tu musa. Letras de un canto de luna que favorece al sentir.

Canto de una luna a la que provoca leer cada pliegue de su partitura, hecha la piel.....!

Ese canto de luna, inspira a quien sea su musa decirle: ME ENCANTAS, ME FASCINAS, ME GUSTAS, ME EVOCAS, TE DESEO Y .... TE AMO

A esa luna, provoca entregarle el mas ardiente beso que se inicia timidamente, en la comisura de unos labios deseosos y culminar enredando lo que dentro de sus bocas esconden, jugando entre ellas.....

A ese canto de luna, solo se le puede comparar al mas sublime grito de placer que sale de las entrañas y que retumba sonoro desde entre las sabanas.......

Esa luna y su canto, arranca el mas profundo grito de placer, que recorre cada fibra de un cuerpo deseoso y que surge INTENSO y en cuya leyenda se lee......ES TUYO....TE LO REGALO....

Esa luna que canta, aparece cual oasis en un desierto de deseos, ofreciendo su fuente y todo su elixir para calmar la sed del mas sublime deseo, invitando a beberlo sin reparo.....

El canto de esa luna, hace que la distancia se convierta en deseo........

El canto de esa luna, es el mas sublime sonido que brota de cada pliegue de una piel sudorosa...

El canto de esa luna y su exquisito compas, evoca a dos cuerpos a bailar juntos una danza llena de sentires, olores, pasiones y placeres, culminando en un remanso de disfrute luego de intensa entrega......

El canto de esa luna inspirada por su musa, invita a esta en su mas discreto mensaje, al mas sublime viaje de recuerdos envueltos en un ardiente deseo de retornar a esa realidad vivida....

El canto de esa luna inspira al amor, contemplando paredes o muros cubiertos como cascadas, inspira viajar a ciudades donde festejar fechas importantes e inspira a ver a otra luna desnuda a cielo abierto complice de la entrega........

El canto de esa luna simplemente....EVOCA..!

YO.............

15 de diciembre de 2010

Estancia temporal



En breve hará un año que partió, en camino errante a otra vida, transformada en luz despues de desvestirse de su piel para transformarse en estrella que alumbra nuestros recuerdos.

En cada estancia temporal, que me hacia presente junto a ellos podía verles después de almorzar, vestirse con ilusión para recorrer juntos un camino junto al mar.

El cuidaba cada detalle que intuyera que ella precisaría, desde el agua para saciar su sed, hasta la almohadilla que colocar en su espalda, para hacer el viaje menos duro.

Luego de confortablemente en el asiento colocarla, abría la maleta de su carro pequeño, pues era en el que ella quería viajar. Tomaba una llave para ayudarse a retirar las ruedas de la silla pues de otra manera no cabía. Pendiente de la botella de oxígeno.
Día tras día, meses tras meses, año tras año esto era practica diaria de mi Padre, tratando de hacer menos dura la estancia de mi Madre en el lecho.

Para mí era un placer acompañarles cada tarde, ser testigo de ese Amor sentido y autentico, Un amor que vuela con alas de viento, que recubre alimentando el alma.

Lo primero que el decía al entrar en el carro “ Estas bien Florinda?” Ella respondía siempre que sí, a pesar de yo saber que su deseo no era más que quedarse en casa, pues así como el cuidaba de ella, Mi viejita bella muchas veces me decía en aquella plaza tras la casa, que prefería quedarse a ser una carga en su vida, pero que muchas veces soportaba el dolor en silencio pues ella creía que así al menos el salía de su encierro asumido cuidando de ella. Muchas veces mi viejita me decía, pídele a Dios que me lleve hija mía.

Ella siempre llevaba sobre su cabeza su gorro tejido, tesoro que conservo hoy, un chal para cubrir su cuerpo del viento frío del Mar.
Al llevar a la playa, el abría la maleta, y con ilusión tomaba la silla de rueda que debía de nuevo adecuar con las ruedas.

Abría su puerta y le ayudaba a sentar. Como niño la miraba, como adolescente un beso en la boca le daba y nuevamente la pregunta “Estas bien Florinda”.

El pasaba su mano por la cara, como protegiéndola de un acecho invisible, mientras ella le ofrendaba una sonrisa, otras veces le lanzaba un beso al viento, con su puño cerrado pues sus manos permanecían tullidas, la levantaba rozando la punta de su nariz, como frase silente para decirle vamos estoy lista, cada gesto entendido en un lenguaje impregnada de gestos enamorados.

Me deleitaba contemplarlos mientras se alejaban por la orilla de la playa, el unas veces caminando en otras a pasos acelerados como regalándole las caricias del viento, mirarlos, y ver ese amor pleno, me hacia sentir dueña y señora de un tiempo que no cambiaria por otro, esas imágenes las llevo grabadas en cada fibra de mi esencia. Justo en el lindero de la caminaría de la playa, el la ayudaba a levantarse deseando darle el sentir la libertad del Mar en su pesado cuerpo.

Compartir con ellos esos instantes era poder tocar la magia invisible que mantiene unidas dos personas, que en un instante unieron sus vidas en una promesa hecha de hasta que la muerte nos separe.

Desglosaban luz, paz, sosiego. Mirarlos era como saborear esa ternura que siempre soñé vivir en primera persona, pero que no llego a ser eterna. Pues por cosas que aún no entiendo, lo que creí un caminar unidos se bifurco a mitad de camino.

En silencio alejada unos instantes con la escusa de mi gran vicio por la fotografía, iba captando en mi cámara esos mágicos instantes. Robando para mi en un flash algunos besos entre ellos, unas sonrisas llenas de picardía, esa llama encendida que ambos irradiaban a pesar de tener 83 años. No cambio ninguno de ellos por gema alguna, ellos son para mi mayor tesoro.

Mirarlos en aquella imagen ella sentada en su silla de rueda el sentado en Banco junto a la playa destilando tanto amor, era como si de algún modo pudiera robarles unos gramos de felicidad y apropiarme de una brizna de ese sentimiento que compartían y que junto a ellos pude sentir a flor de piel.

Sus cabellos de plata, sus ojos humedecidos mientras la brisa del mar rozaba su frágil cuerpo. Mismo en las tardes de otoño cuando el frío viste la brisa marina, no habían excusas para no ir a la cita. El una gorra que tapaba la desnudez de su cabeza, protegiendo su calvicie del sol, ordenes estrictas de su médico del IPO (Instituto Portugues de Oncologia).

Como evitar en este instante el brote de lagrimas, evocando su presencia, y el amor con que mi padre silenciaba su dolor al no poder darle una vida mejor sin sufrimiento, mismo que sus dolencias muchas veces lo hacían cojear y solo Dios y él sabian, cuanto le costaba algunas tardes llevarla, sus dolencias jamás fueron la excusa para no regalarle esas tardes fuera del lecho al cual llegaba tras ese estar juntos mirando un horizonte.

Pasos cansados, cuerpos mermados por la edad, pero lo que realmente no puedo ni quiero olvidar es el brillo de sus ojos cuando se miraban. Cuando me sentaba junto a ella en el suelo, mientras el aprovechaba para caminar en solitario, su mano rozaba mi cara y me preguntaba, no te cansas de venir con nosotros? Yo le respondía que no, que mis mejores vacaciones las disfrutaba junto a ellos, junto a ella. Dios como la recuerdo, como la extraño, como la grito tantas veces a modo de traer a mi vida algo de calor, algo de afectos de los que no siento.

Como añoro ese instante de dulzura con que mi madre acariciaba mi mejilla, como con sus manos retenía el beso para lanzarlo luego a mi Padre o a mí.
Hace en enero un año que partiste, pero se que vives los ojos cerrados al mundo y a la vida, con el corazón hecho presencia abierto a la vida cuidando aún de quienes tanto amaste.

Conservo cada extracto de tiempo compartido, como un guión que puedo leer cada vez que la pienso, admirar con mayúsculas ese amor que de algún modo desearía vivir en primera persona, mi leyenda y epitafio para alguien que como brizna marina llega a mi haciéndome sentir aún en mi rostro el paso leve de su mano.

Gemidos solitarios



Tiempo que se vuelca en torrentes de vida
Que sin medirlo, le miramos de reojo tras los años
En asombro cuando nos miramos en el espejo
Y vemos nuestro rostro envejecido.
Buscamos en nuestra memoria la imagen fresca
Que otrora desprotegimos por sentimos dueños de la vida
Tiempo que hace errante en los colores del otoño
Y ausente en el blanco del invierno
Recuerdos que emergen fantaseando la realidad
Talvez para hacerla menos dura
Talvez porque jamás alejamos de nosotros la macula dejada
por quien miramos de frente tan cercano que respiramos el aliento.
Y cada vez que veo ese puente que crucé en cada despertar
Evoco dulce tus caricias de viento
Y es en mí ser que calmas tu gemido solitario
Nostalgias en cada madero de puente, ventana abierta
Penumbra que penetra rozando mi ausencia
Tiempo que se vuelca en torrente de añoranzas
De sentir tus brazos abiertos en un abrazo que estremece
Voz de trueno que despierta el resplandor del rayo en noche de tormenta
Silencios en un invierno lleno de suspiros
Frío que estremece lo cálido de mi cuerpo desnudo
Ante el espejismo de tu presencia en mi lecho.

14 de diciembre de 2010

Un tiempo que cubre nuestros cuerpos.



Creo que construyo una inmensa tela de araña,
cuando mis murmullos los ahogo en mi garganta.
Cuando mis palabras, reflejan el alma entristecida, la soledad dueña y señora.
Cuando quien me lee acredita que es la musa que cubre lo etéreo
aproximando el sentimiento a mi realidad.
Frases hechas de dolor, hiel por dulce, tesón por pasión.
Miedo de gritar y exponer este deambular sin estar
El zurcir heridas expuestas, que aún permanecen cual llagas abiertas
Recorrer senderos tratando de encontrar esa puerta abierta
Ese quien espera sea el que siempre debió estar sin ausencia
Creo que sin miedo a errar, voy elucubrando mi verdad
Y sintiendo la tuya que brota cual capullo luego del invierno
En una hermosa primavera
Es tenerte frente a mi, y sea tu mirada, esa verdad
Que tus labios por temor silencian, y tu cuerpo se expande
Ante el desafío de la atracción, como mar y arena
Como luna y estrella, y sigue mirando el sol como su promesa.
Abriste una ventana al desvarío, cerraste la puerta
Y el deseo fluye sensual por venas que desangran
Sin duda perdimos, sin duda encontramos, etéreo espacio distante
Un tiempo que cubre nuestros cuerpos.
Recuerdos que mantiene ese pendiente de un nuevo estar
Un encuentro entre sol y cielo, día y noche.
Dormitar y amanecer revolcándonos entre las sabanas de nuestros deseos
Consumiendo ese ardor de piel que nos acabe muy adentro

Nunca Termina la vida....Solo un capitulo de ese vivir.



Historias que se van escribiendo en las páginas de nuestra propia existencia, caminos que describimos y que aderezamos con los sabores que más nos guste, que engalanamos con nuestros mejores trajes, sonreír o llorar es nuestra opción. Vivir el reto que cubro con el fragor de la Luna.
Acompañada con quien a mio lado desee caminar,surcar el cielo en cada alvorada, reposar en cada crepúsculo.
María Lasalete Marques ®

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