Saber que el paso del tiempo
Es el eslabón secreto que antecede cada amanecer
Espera sigilosa en un respiro inquieto
Miedos desgranados en el cobijo de tus brazos
Flama que se mantiene presente y viva
Luz que abre sendas en mar adentrado
Tiempo detenido en este navegar de holguras
Respiro que alimente el ocaso de lo vivido
Caricia sublime que como ánfora resguarda las frases
de un Te quiero, me gustas, te deseo, me fascinas, me avivas
en cada azul de mi cuerpo corre vertiginosa no solo la sangre
sino también las ganas de sentirme en ti plena
de saberte en mi complacido y ambos mirar las estrellas
reventar como petardos en estallido de mil colores.
Me pides un roce de labios hecho beso, hecho deseo
Instante sublime donde abrupto irrumpe el deseo
Roces sostenidos en una pared, decorada de ocres y azulejos
manos que arrancan el trajear del cuerpo
Ganas en vorágines van alimentando lo que
Por tiempo estuvo en abstinencia
Fundir, desleír sortilegios, ser un albo luminoso
En nuestro espaciar de cometa.
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