Vendaval

Un escrito que dedico a alguien especial, a Mary Carmen, que en un segundo sintió sus cimientos estremecer, se olvido que tiene la esencia de Guerrera, la convicción de poseer un legado de diademas, la integridad como principio, que la responsabilidad exacerbada en un instante hizo a un lado su tesoro su Familia. Hoy apenas en un lenguaje Tácito le recuerdo lo ESPECIAL que es y el valor intrínseco que tiene.


Vestida de gala en la vida, voy dejando la fragancia

de la mujer que soy
de la que ha nacido mil veces ante cada combate
soy la consciencia viva de mis dudas, de mis pensamientos, de mis certezas
soy la velocidad del segundo, un día radiante primavera otro cauto Invierno
sonrío a la vida en el matiz exacto de un verano y en segundos soy Otoño
agua y viento, tierra y fuego, alucinando en cada vuelo.
Soy fruto de esta tierra del Arpa y las maracas, del Sol eterno, arropada por el Ávila
seducida por las Garzas rosadas del Alto Apure, soy la fuerza avasallante
de mi Salto Angel, la calidez del pueblo Zuliano, soy la recia luchadora
que suelta sus redes cada día en el Oriente, en su faena diaria
la cortesía de los andes que desde su Pico Bolívar avista el Catatumbo
es llevar el Orinoco en las venas, panal de miel, trópico encendido.
Y sigo vestida de gala en la vida, dejando la fragancia de la Mujer
que cada día se mira hermosa al espejo, para iniciar su faena.
Amo la soledad de las Acacias, mismo la lejanía del alma
el correr libre de amarras, como Caballo y Potranca.
la pasividad al atardecer, la hoguera encendida, la casa de puertas abiertas
la mansedumbre, la constancia y embraguetar del ganado
este es el tiempo de la estepa en la llanura
del hasta luego, del fraguar de los sueños perdidos que como caña
se alzan luego de la quema. Soy el centro mismo de mi mundo
Mujer abanderada de tradiciones como tradiciones engalanan el suelo donde Nací