Entre la bruma de un mar que confluye en mi alma
En el olor de esa bruma que envuelve mi esencia
En el viento que me envuelve son sutil presencia
En el sonido de un mar que atrapa la orilla
Es allí donde los abismos se cruzan en el horizonte de la fantasía
Y tu esencia me cubre, y tus manos me acarician
Tus labios rozan los míos en un beso que hace temblar mi cordura
Y me entrego a tus arrumacos sin protesto
Es allí donde voy cada día para sentirte en el viento
Y verte volar en las alas del cisne real, que parte al encuentro de la libertad
En el sonido de las gaviotas que confluyen en bando
ante el bocado de pan que sobre las aguas esparzo
sintiéndote firme en cada envestida
es allí, en ese oasis de poesía
dónde las frases se atropellan en mi pensamiento
fuente infinita de tu presencia en mi silencio adormecido
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