Sin saber el límite posible entre el sentir y existir
Entre lo posible y lo prohibido de dos almas
Que no conocen de espacios,
pues ellas en su fluidez
Rozan sus áureas de plata
Yuxtaponen las caricias y el roce de una mirada
El sentir de la piel estremecida por el fuego que se expande
Con el viento en cada preludio cargado de erotismo
En la línea del tiempo de un pasado que habla del presente
Soñando un futuro perenne dulcemente compartido
Esa mirada que silencia con principios
Los deseos de la carne más libidinosa
Sin saber el límite posible entre el sentir y existir
Voy podando los miedos que coexisten en mi mente
Enfrentados por la lozanía de mi corazón
En un mar de sueños e ilusiones que como fuego
Al hierro en rojo vivo va derritiendo cadenas del miedo
A vivir un mañana que me espera silente a la otra orilla del camino
Eterna no tempo... e nas nossas lembranças
Hace 14 años
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