En el recorrido por viejos murales, que adornan espacios avejentados
Los azules se aferran a la vida en recuento de historias,
son las voces olvidadas por la urbe y la modernidad.
Sangre negada a perecer en la memoria de los que sutilmente
Sienten en los recuerdos el palpitar de otros tiempos
Son en estos azulejos que resucitan en el arte arabesca
Huellas que junto al repicar del campanario se convierten en cuentos visuales
eternizan el sentimiento vivo de una época.
Lo que hoy no logramos imaginar, cobra viva en su pictórico arte
Mujer que abraza la ropa que en el río ha de lavar
Siente la arenisca del suelo, pues a pie descalzo largas distancias suele caminar
olor a humedad de ropa fresca, recitar cadencioso junto al río de historias convertidas en copla. El estrepitar de murmullos y risas maliciosas, entre ellas cuentos y dichos.
Son el arte del poema que nos transporta en el tiempo a quienes encuentran
El valor y el sentir de sus viejas añoranzas, recuento de historias narradas
Que se fraguan en la memoria del viejo hombre, en el abrazo de su tiempo
que jamás ha guardado, olvidando el paso de los años pues abraza el calor fraterno
Del poso tiempo que le resta de vida.
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