Vence en mí el palpitar de un corazón de potranca en celo
Sedienta en el instante en que el deseo seca nuestros labios
y procuramos la humedad de nuestras bocas.
Sintiendo que todo mi cuerpo se plaga de excitación
Sedienta en el instante en que el deseo seca nuestros labios
y procuramos la humedad de nuestras bocas.
Sintiendo que todo mi cuerpo se plaga de excitación
ante el instante mágico en que posees este cuerpo que se pliega a tu apetito.
La sangre que corre sin freno en un respirar entrecortado
ese aroma que respiro muy cerca de mi cuando tu aliento recorre mis mejillas
ceñida a tu cuerpo, en un abrazo que me atrapa a tu pecho.
Sentir que rastrea cada recinto de mi cuerpo
La sangre que corre sin freno en un respirar entrecortado
ese aroma que respiro muy cerca de mi cuando tu aliento recorre mis mejillas
ceñida a tu cuerpo, en un abrazo que me atrapa a tu pecho.
Sentir que rastrea cada recinto de mi cuerpo
como corrientes internas que buscan su saliente natural,
para sentir el placer del rubor que nos impregna la piel.
Caricias hechas tras la mirada que me fragua
Caricias hechas tras la mirada que me fragua
y como eco de deseo respondo a tu lujuria,
mullidos nuestros cuerpos sobre la arena de la playa,
en un compás de líneas ondulantes
sintiendo tus manos delineando mis redondeces,
el gemido rompiendo el silencio de la noche,
dulce recorrido de mi lengua en la comisura de tus labios
que despiertan aun mas las fieras adormecidas.
Mujer hecha llama, fuego ardiente entre tus brazos,
que explota en ráfagas de placer cual volcán en erupción.
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